Y con este mencionado regalo que da título a nuestra crónica, Lewis Hamilton, aparte de anotarse una nueva victoria, asesta ya casi la estocada definitiva a un Sebastian Vettel en el Mundial presente, dejando el título prácticamente decidido, con cincuenta puntos de ventaja restando ya solo cinco carreras.
El alemán de Ferrari ya no depende en absoluto de sí mismo, y por poner un ejemplo, al inglés le bastaría con finalizar tercero en lo sucesivo para adornar su cabeza con la quinta corona laureada, aunque Vettel lograra ganar todas las citas de aquí al final de temporada. En resumen, solo una desgracia de tintes mayúsculos puede revertir el próximo quinto Campeonato del británico.
La victoria de Lewis quizá quedó un poco deslucida por las órdenes de equipo, ya que literalmente su compañero Valtteri Bottas le regaló el triunfo dejándose adelantar descaradísimamente a mitad de carrera, cuando probablemente la cita rusa estaba en su mano más que cerrada. Porque lo cierto es que hoy la superioridad de Mercedes en Sochi fue evidente e inapelable. No sacaron más distancia porque realmente no lo necesitaron, pero el dominio y control de carrera del equipo alemán fue notable en todo momento.

Así pues, enorme carrera la de Bottas, quien decidió al final relegar la gloria puntual a su compañero en pos de finiquitar ya de facto el campeonato. Y con esto, Vettel no pudo sino conformarse con la tercera plaza del podio, con la resignación reflejada en su rostro… la resignación del que ya ha aceptado la conclusión realista de que este año no va a poder ser, tampoco, y que ya solo queda finiquitar el año lo más dignamente posible intentando ganar lo que pueda en estas cinco citas venideras.
Por parte de los españoles, tarde bastante gris y triste para ambos. Fernando Alonso y su McLaren fuera de ritmo y de opciones en todo momento, limitándose a girar y acabar sin más ambiciones para finalizar 14º. Mientras que Carlos Sainz, tras un toque con Sergey Sirotkin en el inicio, cosa parecida al deambular del asturiano y su pobre McLaren, acabando con el Renault 17º.

La salida resultó bastante limpia, manteniendo los punteros sus posiciones mientras que la emoción la ponían los de atrás, esencialmente los Red Bull que partían muy retrasados, y en especial Max Verstappen, quien protagonizó una carrera y remontada fulgurante desde el mismo banderazo, hasta tal punto que en apenas unos giros ya marchaba en quinta posición para, más tarde, amparado en una estrategia de gomas al contrario que los que salían en cabeza, llegar incluso a coger el liderato de Sochi y mantenerlo durante un notorio número de giros hasta entrar a cambiar en el último cuarto de carrera.
Quizá el momento más tenso y crucial de carrera sucedió a raíz de los pit stop de los tres primeros. Bottas paró el primero en la 12, y entonces Vettel lo secundó una después, obligando a Hamilton a imitarlo en la 14. Cuando Lewis se reincorpora a pista salen casi en paralelo Mercedes y Ferrari, pero el rojo de Maranello le gana por la mano la posición a la Flecha de Plata.

Tras esa acción, el inglés, espoleado, decide pasar al ataque, y rápidamente intenta adelantar a Sebastian en la recta de meta. La defensa del alemán, con algún cambio de dirección, quedó un poco en entredicho, aunque los comisarios decidieron dejarlo en un lance normal de carrera.
Pero Hamilton no se rindió. Dio la sensación de que no solo quería consolidar su campeonato otro año, sino de que además quiso dejar constancia fehaciente de que, tras las dudas que pudieran haber surgido esta temporada, de momento, él sigue siendo el amo de esto. Y así, al poco reiteró sus ataques, acabando por liquidar al teutón en una magistral maniobra.
Estábamos prácticamente en el ecuador de carrera, y ahí se puede decir que casi acabó todo, pues poco después las consabidas, anunciadas y evidentes órdenes de equipo se transmitieron desde Toto Wolff a sus corredores, y en la 26 Valtteri frenaba descaradamente su Mercedes para otorgar el liderato ruso a su compañero de escuadra.

Tras esto, el finlandés solo tenía que preocuparse de contener a Vettel en tercera posición, cosa que no le resultó difícil y en la que, de hecho, ni siquiera tuvo que emplearse con tesón, ya que hoy, como dijimos, el ritmo de los Mercedes era claramente mejor que el de los bólidos rojos, lo que se evidenciaba cada vez que los plateados apretaban un poco el gas… simplemente los Ferrari no podían seguirles el ritmo continuado.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones finales de este Gran Premio de Rusia de 2018:


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